Libro de los pios legados que ay en la Iglesia y lugar de Utrillas cuyos patrones son los Vicarios y Jurados de dicho lugar año de 1613 (y un pariente el mas cercano)

 

Primeramente el quonde Sancho de Anedano y Catalina Cerujeda su mujer fundaron una hermita de Nuestra señora del Rosario fuera del dicho lugar de Utrillas y la dotaron en quatro mil y doscientos sueldos de suerte principal, en las heredades siguientes.

Primero unas casas de su haberario que frenta con dicha hermita y yecos de cocejo con unos corrales y una hera contiguos a dicha casa.

Un cerrado en la partida camino de los arenales, primero de dicho lugar que cofrenta con piezas de Pedro Miliá y herederos de Antón Escobedo y via.

Un cerrado sitiado en la partida llamada las cerradillas, primero de dicho lugar, que confronta con cerrado de Miguel de Latorre y vías.

Otra pieca en la partida llamada la Hontezilla que confrenta con pieca de la viuda de Antón Cirujeda y via.

Otra pieca en la partida llamada el Real

Todas las quales heredades arriba confrontadas se cedieron el año 1602 a la condesa y mas tarde por el señor Miguel Anento Comissario notariado por el muy Ilmo. Sr. D. Alonso Gregorio Arzobispo que fue de Zaragoza en presencia de los Jurados y Vicario de Utrillas y de Lope Anedano de Montalica patrones que son de esta hermita, los quales se entregaron a mosen Ambrosio Blasco Vicario parroqial de dicho lugar de Utrillas por precio y qantidad de quatro mil y doscientos sueldos jaqueses y  se  los cargaron a dicho Vicario a carta censal como mas largamente consta por acto certificado (a 19 de julio del dicho año) por el decreto de Bartolomé de Cafuena notario de la Villa de Montalvan, el qual acto esta sacado en forma juntamente con la dote, o, acto de la dote de dicha capilla, o, hermita, el qual acto esta aquí inserto.

Desde dicho año de 1602 a 29 de julio asta hoy a 8 de enero de 1613 an corrido onze añadas exclusivamente que sube las pensiones ciento y cinco libras de las cuales dara cuenta dicho Vicario a los patrones siempre que fuere menester.

 

 

El doctor Pedro de Iriarte Peralta thessorero de la Sta. Metropolitana iglesia de la ciudad de Zaragoza, visitador del Arzobispo de Zaragoza por el muy venerable Capítulo de dicha y de la sede vacante por muerte del Ilmo. Y Exmo. Señor don Pedro Manrique, arzobispo de Zaragoza de buena memoria. Atendido y considerado que los que Sancho de Anendano y Cathalina Cirujeda conjuges, vecinos que fueron del presente lugar de Utrillas fundaron la hermita de nuestra señora del Rosario, de que en este libro se trata, la qual dotaron de ciertos bienes y hacienda, los quales despues con decreto y licencia del Ordinario se bendieron y se saco dellos doscientos y diez escudos los quales se cargaron a censal sobre los bienes y hacienda del Licenciado Ambrosio Blasco Vicario perpetuo que de presente es del lugar de Utrillas con doscientos y diez sueldos de pension en cada verano a favor de la dicho hermita como mas largamente consta por el acto censal a que nos referimos y que dichos fundadores nombraron en patrones de dicha hermita, al Vicario y Jurados que por tiempo fuessen de dicho lugar de Utrillas para que administrasen la hacienda perteneciente a dicha hermita y la reparasen y tuviessen cuydado de aquella, como largamente consta por la dotacion de dicha hermita a que nos referimos.

Y aviendo visitado dicha hermita y las rentas della, havemos hallado que dicho censal esta cargado sobre los bienes y hacienda de dicho Vicario, en cuyo poder estan mil quatrocientos veinte y dos sueldos y seis dineros de pensiones caydas de dicho censal  pertenecientes a dicha hermita, y que hasta hoy no se ha puesto en execucion este patronato por no haber querido aceptar los jurados deste lugar ni obligarse a dar quenta de las rentas de dicha hermita, y que el presente e infrascripto dia oy.  Ante nos se han parecido y parecen Miguel de Santecilla, Domingo Nabarro  Jurados del dicho lugar y Pedro Cirujeda hermano de dicha instituyente y el dicho licenciado Ambrosio Vicario perpetuo de la parrochial de Utrillas y como tales jurados y pariente mas propinguo patrones de dicha hermita nombrados por dichos instituyentes en la fundación y testamento de los dichos Sancho de Anendano y Cathalina Cirujeda, quales digeron y dicen que aceptan dicho patronado.

Por en aquellos mejores via modo forma y manera que asi hacerlo podemos y debemos en quanto sea necessario de nuevo nombramos en patrones y administradores de dicha hermita y de la hacienda a dichos Vicario y Jurados que ahora y por tiempo seran de dicho lugar de Utrillas y al dicho Pedro Cirujeda   y al pariente que de aquí adelante se allara mas propinguo a dichos instituyentes, los quales han jurado y juran en derecho de haberse leal y fielmente en dicho Patronato y de dar verdadera quenta de la venta de dicha hermita siempre y quando que por el Ordinario de Zaragoza y sus visitadores les fuere pedido,  y procurar el mejoramiento de dicha hermita y que acudieran a los reparos della siempre y quando convenga y por que es raçon qie `pr qie haya mas cuidado en ello se asigne algun salario, asignamos para dichos patrones veinte reales, los quales en cada un año se repartan igualmente entre dichos patrones a çinco reales cada uno, y mandamos que de dicho dinero, que oy esta caido de las pensiones de dicho censal se reparase la sacristia del dicha hermita y se haga un cubierto delante de la puerta de dicha hermita con sus gradas como pareciere convenir a dichos Vicario y patrones y que delante de dicha hermita se hagan los demas reparos que convengan para que en todo este decente y lo que sobrase de dicha cantidad ya caida hechos dichos reparos y quitados della cinquenta reales poner los altos y promission que se han tasado, se juntara con las doscientos y diez libras de la luicion de dicho censal que piensa hacer dicho Vicario y se cargara en parte tuta y segura a favor de dicha hermita y  quedara augmentado dicho censal y esta propia orden se podra guardar siempre que huviere dinero sobrado y mandamos que el auto censal y lo que fuere cayendo de renta de dicha hermita se ponga en el archivo de dicha iglesia y de alli no pueda ser sacado sino con voluntad de todos los patrones, intermponiendo como para todo lo sobredicho.

Interponemos nuestra autoridad y decreto judicial en quento mejor haya lugar de derecho siendo presentes por testigos Martín Espes notario y Gaspar Ferrer Racionero de la parrochial de Pina, hallados en dicho lugar, a lo sobredicho llamados y rogados.

Dado en Utrillas a veintiocho de abril de MDCV

 

 

Ermita del Rosario

 

La fundaron Sancho de Avendario y Catalina Cirujeda su mujer y la dotaron de cuatro mil y doscientos sueldos de suerte principal en las heredades siguientes.

Unas casas de su habitación que frentan con dicha ermita y unos corrales y una era contiguos. Un cerrado en la partida llamada los arenales. Idem en la partida llamada las Cerradillas. Una pieza en la partida llamada la Ontecilla. Item en la partida el reccol.

Todas estas heredades se vendieron el año 1602 en presencia de D. Miguel Anento, comisario nombrado por el Sr. Arzobispo de Zaragoza D. Alonso Gregorio y de los jurados y vicario de utrillas de Lope de Avendaño, patronos que son de la ermita; se sacaron cuatro mil y doscientos sueldos jaqueses y se cargaron a censal sobre los bienes y hacienda del Lic. Ambrosio Blasco, vicario perpetuo de Utrillas con doscientos diez sueldos de pensión en cada un año.

En 18 de octubre de 1621 se pasaron las cuentas y se dieron por menudo y los mil seiscientos sueldos que debía Blasco se cargara a censal sobre sus bienes y especiales según testificación de Diego de Fuego notario de Montalbán.

En visita verificada por el Dr. Pedro de iriarte y peralta se nombraron los patronos, se les asignó un pequeño salario o remuneración por sus trabajos y se ordenó que se hiciesen los debidos reparos y la cantidad sobrante sea para aumentar el censal.

Tenía entre la cantidad que le entregó y las pensiones de todos los años Blasco una deuda con la ermita de 7564 sueldos, pero como la venta que vemos fue realizada con el consentimiento de sus herederos de sus bienes, ascendió a 10.538, nada perdió la ermita. Se destinaron para reparaciones importantes y necesarias tres mil sueldos.

Se rinde cuenta con puntualidad y desde que murió M. Blasco y no se pasaron cuentas hasta que el año 1632 visitó Utrillas el Dr. Baltasar de Cisneros y pidió cuentas. Llamaron a los herederos y estos cedieron los bienes que fueron vendidos.

En el mes de enero de 1635 un visitador se queja de de que este legado se lleva con mala orden, puntialidad y cuidado.

Nada más se dice hasta el 26 de abril de 1635 en que dice que se cargó al concejo cien sueldos de pensión a favor de la ermita… con dos mil de propiedad y con la pensión el día de la Cruz de mayo.

A continuación leemos que el 16 de junio de 1640 se cargó la prima al Concejo  la misma cantidad en pensión y propiedad y el vencimiento era para S. Miguel de septiembre.

Encontramos a continuación una nota que dice: hace de pensión el Concejo de Utrillas a esta ermita en dos censales doscientos sueldos jaqueses, deben las pensiones caidas desde el año 1636 hasta el año presente de 1656.

El año 1645 otro visitador conmina con pena canónica a los deudores ya que ni el Concejo ni los particulares pagaban el censal.

En 1649 idem.

Nota: el Concejo de Utrillas debe a la ermita y herederos de Jaime Cirujeta el trigo que se cobró de Juan de Santecilla por el arrendamiento de dichos bienes año 1650. Así mismo trajeron de la ermita una campana pequeña que están las armas del fundador y la pusieron en la torre de la iglesia y llevaron a la ermita otra de la iglesia y se cayó la torre donde estaba y la trajeron a casa Amaro Blasco, está en al aposento donde tienen la vajilla de la cofradía.

El 4 de diciembre de 1656 se cargó el Concejo de Utrillas 400 sueldos.

En el año 1662 una visita amenaza con penas al Concejo y jurados si no paga lo que deben a la ermita y el año siguiente en vista que no hacen caso amenaza con la pena de entredicho general.

En el año 1662 leese que el Concejo gastó en la ermita mil trescientos sueldos.

En el año 1672 leemos una visita favorable en la que se dice haber hallado cumplidad las disposiciones de las anteriores visitas y estimula a la fiel administración de las cuentas.

En el año 1674 el visitados Dr. Miguel Esteban Colás ordena que los gastos que los jurados han hecho en la ermita los especifiquen por menudo así como las cantidades que deban por el censo.

En el año 1685 fue visitado el libro de las cuentas en martín del Río y el decreto de visita expresa que los halla conforme y los aprueba. Igualmente en 1689.

En el 1695 un nuevo decreto encuentra que las cuentas “no están en la forma que se requiere” y así ordena que todos los años se ponga lo recibido y gastado.

Después de unos años en que el Concejo adeuda y no paga y los visitadores urgen a que se cumplan las leyes de la institución  y se consigue que paguen las necesarias reparaciones.

Desde 1746 al 1760 hay una nota en cada año en que se dice: en el año… el lugar de Utrillas no pagó a los censalistas por lo que nada se cobró del censo de la ermita del Rosario, excepto en 1754, 1756 y 1758 que dieron un cahiz de trigo los dos primeros y medio el último.

En el año 1761 se ordena al vicario de la parroquiaque intime y notifique a los jurados que dentro de un mes siguiente se haga constar tener en verdadero depósito a favor de la ermita y Cofradía o haber empleado en reparos de aquella los dos cahices de trigo que entregaron en los años 54, 56 y 58”. A continuación vienen las penas.

El vicario pone después una nota que dice: “habiendo notificado el antecedente…”

Así pasan los años, la mayor parte de ellos sin cobrar el censal. En 1795 unas personas piadosas voluntariamente entregaron 28 libras, 12 sueldos y 12 dineros para mandar hacer una corona de plata que costó 46 libras, 8 sueldos y 12 dineros, tomando lo que faltó de las cuentas.

En el 1804 hallamos esta nota curiosa:nada pagó este lugar de Utrillas en estos años por el censo que tiene cargado contra sí a favor de la hermita de Nuestra Señora del Rosario, por cuya causa no ha podido hacerse el Retablo que se tenía ideado…”

Ese año se decide abrir una ventana y poner una reja en ella para evitar las humedades y reparar las vueltas del coro, quedando las cuentas con déficit.

Siguen notas diciendo que nada paga el Concejo hasta 1817. Ese año pagó quince duros el 17 de enero para diferentes fundaciones quince duros de los que pertenecieron a la hermita treinta y seis reales vellón, que son una libra dieciocho sueldos y cuarenta dineros.

Y aquí acaban las cuentas.

                                                    Enrique Pastor

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